miércoles, 2 de junio de 2010

Fiebre mundialera y entrenamiento mental.


A pocos días de comenzar la gran cita planetaria del Futbol que este año se realizará en Sudáfrica, todos los equipos ya comienzan a contar las horas para dar comienzo al mundial de futbol. La ansiedad comienza apoderarse ya no tan solo de los hinchas apasionados, sino también que de los protagonistas que darán vida a la competición. Muchas selecciones cargan en sus maletas las añoranzas, el deseo de triunfar y sobresalir de todo un país, junto con todas las expectativas que de los jugadores tienen sus propias familias y obviamente esa cuota de presión personal que hace que el trabajo de muchos años se vea reflejado en "ese partido". La connotación que tiene un partido de futbol en un Mundial, no es solo el hecho de diversión y placer de competir, sino que el juego se hace relevante por la importancia social, económica y mental que tiene ese partido de futbol.
El trabajo técnico y táctico del deporte es fundamental para alcanzar una meta. Tener los objetivos y las tareas claras y programadas hace que el deportista y entrenadores respalden esta acción como un trabajo serio, dedicado y trabajado. Además del trabajo técnico y táctico, se necesita el entrenamiento mental. Así como los músculos, en la medida que mas se entrenen y trabajen de la mejor y optima forma, esto quiere decir, con un trabajo equilibrado, con tiempo, metódico y evitando fuertemente el sobreentrenamiento para que así el músculo tenga su mayor eficacia a la hora de la competición y no sufra ningún inconveniente medico. La mentalidad del deportista también se trabaja, y se trabaja in situ, desde la oficina de este, o sea, en el campo de futbol, en una piscina, etc. Dependiendo de este entrenamiento mental el deportista se diferenciará de ser "Un buen deportista" a un "Deportista de alto rendimiento". Esa diferencia sutil pero tan importante que hace levantar copas y ganar medallas, tiene su asidero en la mentalidad. Sumándome a lo que dice Rodrigo Cauas, psicólogo deportivo, sobre ¿Qué es un entrenamiento mental?, citaré textual: “El entrenamiento mental consiste en preparar al deportista antes, durante y posterior a una competencia, mediante técnicas y herramientas psicológicas, para que afronte de manera óptima todas las situaciones internas y externas que subyacen a una competencia y que puedan eventualmente afectar la cabeza del deportista”. Dentro de esta preparación se trabaja ansiedad pre-competitiva, motivación, atención, concentración, autoconfianza, etc. Y si nos referimos al ejercicio físico, se entrena la interiorización de valores, norma y conductas deseables.
Como nos podemos dar cuenta, el deportista de alto rendimiento, es aquel que además de realizar un muy buen trabajo técnico y táctico, también se preocupa de su entrenamiento mental que le será útil para afrontar toda la ansiedad de una competición de la envergadura de un Mundial de futbol.
Hasta no hace poco era tremendamente habitual hablar sobre la tolerancia a la frustración, como esa incapacidad del deportista de pararse en las situaciones de derrota. Hoy pareciese que ese paso se dió, un ejemplo de esto, son las Clasificatoria 2010 en donde Chile juega el partido más ineficaz, en donde técnica / táctica y mentalmente se rindió mal, pero se contrasta que en pocos días, la Selección Chilena jugara el partido más completo, ganándole a los miedos, a la historia, a la frustración y a la poderosa Argentina. Hoy cuando el éxito parece estar al lado de nuestros jugadores, es cuando ese entrenamiento mental y específicamente la autoconfianza debe estar lo más fortalecida y compacta. Cuando el éxito se transforma en un problema, se comienza una serie de pensamientos negativos que hacen temblar los éxitos ganados con tanto esfuerzo por años y en una secuencia de trabajos individuales y colectivos. Aparecen pensamientos (y trabajamos en la certeza en la que devengan o en su forma más debilitada, sólo como material desconcertador), "lo que he logrado hasta aquí es debido a la suerte", "apenas nos toque un rival mejor, perderemos", "la competencia que me toca enfrentar ahora es más difícil que la anterior (Clasificatorias Sudamericanas). El deportista comienza a creer que su éxito es debido al azar o debido a cábalas o rituales. Creer que el éxito viene de elementos externos y no de las propias capacidades que poseen.
Cuando un jugador de fútbol o cualquier deportista entra a una cancha a competir, se compite tanto con los contendores y también con nuestros miedos, incapacidades, ansiedad, con nuestra imagen. El deporte hace enfrentar y enfrentarte y crear formas para sobresalir de aquella dificultad que nos pone las "reglas del juego".
Cristián Farías Rojas
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Licenciado en Psicología.